• El portavoz socialista pide un plan de choque de empleo basado fundamentalmente en las nuevas tecnologías y el sector del conocimiento.
• Una ciudad inteligente es la que tiene mayor cupo de investigación, de trabajo intelectual y utiliza mejor sus recursos humanos, dice Lissavetzky.
Madrid, 19 nov-‘13
“En los presupuestos municipales para el año 2014 ha desaparecido mucho de lo referido a investigación e innovación. Ha desaparecido primero la dirección general de Innovación y Nuevas Tecnologías y se ha deshecho un organismo como era Madrid Emprende”. Esta ha sido la denuncia del portavoz del Grupo Municipal Socialista, Jaime Lissavetzky, que ha visitado esta mañana la Imprenta y el Centro de Investigaciones, Desarrollo y Aplicación Tiflotécnica (CIDAT)de la ONCE, acompañado por varios concejales de su grupo.
Guiado en su recorrido por la instalaciones por el director de la Imprenta de la ONCE, Samuel Herbosa, la directora de CIDAT, María Jesús Varela, y la directora general adjunta de Servicios Sociales para afiliados, Patricia Sanz, Lissavetzky ha explicado haber acudido a estos organismos “porque todo lo que ocurre, todo lo que se hace en Madrid tiene que ser conocido por el Ayuntamiento”. Además, en el caso concreto de la ONCE, se añade un interés mayor por “la excelente labor que lleva a cabo esta organización desde hace muchos años con las personas que padecen discapacidad”.
Después de ver las instalaciones donde se imprimen los miles de cupones que cada día sacan a la calle unas 20.000 personas en España, el portavoz socialista ha visto una exposición de productos, elaborados en el CIDAT, con los cuales se intenta facilitar el uso de las nuevas tecnologías entre personas invidentes.
“El presupuesto del Ayuntamiento para innovación tiende a desaparecer. Salvo una inversión para el edificio Boetticher, la llamada Catedral de las Nuevas Tecnologías, que está acabada pero está muerta de risa”, ha dicho el portavoz socialista, que ha pedido que la situación se reinvierta puesto que ya ha quedado demostrado el fracaso de una economía basada en el “ladrillo”.
“Todas estas empresas que, más allá de su dimensión social, como es el caso de la ONCE, aprovechan los espacios de oportunidad que encuentran para potenciar la innovación, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, de las personas con alguna discapacidad, se merecen nuestro elogio. Porque lo que hacen no sólo es encomiable. Es inteligente”.
Precisamente una ciudad inteligente, ha dicho Jaime Lissavetzky, no es la que tiene el último grito en bicicletas o en edificios, por ejemplo, sino la que tiene más cupo de investigación, de trabajo intelectual y utiliza mejor sus recursos humanos. Y Madrid, según datos recientes, ha perdido puestos en el ranking de ciudades europeas con mayor nivel de investigación, de trabajo intelectual, de inversión en I+D+i por habitante.
Las nuevas tecnologías, además, pueden ser un antídoto contra la situación de desempleo que sufre el país. Por eso, el portavoz socialista ha manifestado su convicción de que, en estos momentos de tan altos niveles de paro,” sería positivo elaborar un plan de choque de empleo, un nuevo sistema productivo basado fundamentalmente en las nuevas tecnologías, que se implantara sobre todo en zonas más afectadas por el desempleo”.