• El concejal socialista ha reclamado “previsión presupuestaria” para que el Centro de Protección Animal pueda cumplir la ley de sacrificio cero.
• Benito ha subrayado el trabajo de los profesionales del centro y ha pedido a Cristina Cifuentes y a Manuela Carmena que expliquen cómo quieren que se cumpla una ley que se aprobará sin dotación económica.
Madrid, 3 de noviembre de 2015.-
Ignacio Benito está convencido de que Madrid “tendrá serias dificultades para cumplir la ley de sacrificio cero si tiene presupuesto cero para desarrollarla”. El concejal del Grupo Municipal Socialista ha visitado con los diputados regionales Rafael Gómez-Montoya, Mónica Carazo, Lucía Casares y Agustín Vinagre, el Centro de Protección Animal de la ciudad. Allí ha denunciado que los presupuestos de Madrid Salud -área de la que depende este servicio de cuidado y protección animal- no ha previsto ni un euro para ampliar las instalaciones ni tampoco para contratar a más profesionales.
“Esta falta de previsión” –ha indicado Benito- “ha sido una de las razones por las que no hemos podido votar a favor del presupuesto de Madrid Salud”. El concejal considera que sin dinero será complicado desarrollar correctamente la ley que previsiblemente aprobará la Asamblea de Madrid en las próximas semanas. “Sin duda será necesario más espacio y más trabajadores porque, según las estimaciones de los veterinarios, cada año crecerá en 500 el número de animales acogidos en este centro”.
En este sentido, el concejal socialista ha avanzado que su grupo municipal presentará una enmienda a los presupuestos de la ciudad con el objetivo de que el Gobierno de Carmena habilite una partida económica que permita la adecuación progresiva del centro a la ley. “Sería desastroso que una ley que nace con buena intención empeorase la calidad y atención de este buen servicio”, ha señalado.
Actualmente, el Centro de Protección Animal de la ciudad de Madrid tiene capacidad para 180 perros y un centenar de gatos. La normativa obliga a disponer de espacio para casos de intervenciones policiales, lo que limita aún más los cheniles dispuestos para acogida de animales abandonados.