Lissavetzky exige a Ana Botella que prorrogue el contrato de las escuelas infantiles

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•    El Ayuntamiento no ha prorrogado el contrato de 18 escuelas infantiles, ocho gestionadas por la Economía social.



•    “Asistimos a un fenómeno que consiste en contratar proyectos que ponen el acento en aspectos económicos por encima de los educativos”, asegura.



•    Lissavetzky reitera la influencia de la educación de 0 a 3 años en el desarrollo de los niños





Madrid, 12-mayo-‘14

Las amenazas sobre el modelo de educación pública se deja sentir en el escalón más básico de la enseñanza, las escuelas infantiles municipales. El Ayuntamiento de Madrid ha congelado la renovación del contrato a 18 escuelas infantiles sin dar una explicación razonable. El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha denunciado que esta maniobra podría enmarcarse en la tendencia, ya experimentada en otros centros de la ciudad, de priorizar las ofertas económicas frente a los proyectos educativos, excluyendo así a las empresas de la Economía Social especializadas en Educación.



Lissavetzky se ha entrevistado esta mañana con representantes de los padres y educadores de estos centros en una de las escuelas afectadas, Las Nubes, situada en el distrito de Retiro, y se ha comprometido a exigir por carta a la alcaldesa Ana Botella que conceda la prórroga de un año para asegurar la estabilidad del proyecto educativo. Unos 12.000 personas han firmado una petición en este mismo sentido.



1.100 familias se encuentran en situación de “alarma” al desconocer si el proyecto educativo que han elegido para sus hijos seguirá en marcha el próximo año. El portavoz socialista ha denunciado que el Ayuntamiento no ha concedido la prórroga de los contratos de18  escuelas para niños de 0 a 3 años sin que exista razón alguna. “Aquí no hay problemas de mal gestión ni nada parecido”, aseguró Lissavetzky durante la visita en la que ha estado acompañado por la concejala Ruth Porta. Reflexiona el portavoz si esta maniobra esconde la intención de traspasar la gestión de estos centros, como ha ocurrido en anteriores concursos, a filiales de grandes empresas dedicadas a otros sectores, como la construcción.



Lissavetzky ha reclamado a la alcaldesa que cumpla el procedimiento seguido hasta ahora en la renovación de los contratos a los equipos profesionales encargados. El Gobierno de Ana Botella tiene congelado el proceso, incluso cuando ya se ha abierto el plazo de matriculación de cara al mes de septiembre. De hecho, los padres ya han abonado  la cuantía pese a la incertidumbre. “Tenemos todo el derecho a saber quien atenderá a nuestros hijos y el tipo de atención que recibirán”, aseguran los padres.



En el fondo del problema aparece el fantasma que afecta a la enseñanza pública. Lissavetzky  defiende las existencia de las escuelas infantiles por la “importancia capital en el desarrollo de los niños y recordó que la Ley Orgánica de Educación (LOE) prioriza los contratos con las empresas que practican la denominada Economía Social. “Sin embargo aquí asistimos a un fenómeno nuevo que consiste en contratar proyectos que ponen el acento en los aspectos económicos por encima de los educativos”, señaló. Asimismo informó que desde 2011 se ha reducido en un 18% el presupuesto destinado a las escuelas infantiles.