· Sólo el 21% de las estaciones municipales midieron el año pasado la contaminación por partículas PM2,5, las producidas por los motores diesel de los vehículos, de las más peligrosas para la salud
· Además, el Ayuntamiento sólo midió las concentraciones de partículas PM10 durante el año pasado en el 46% de las estaciones
· Santín pide que el Gobierno municipal abandone la “política del avestruz” y propone la puesta en marcha de un Plan para reducir en un 30% los actuales niveles de contaminación por partículas
Madrid, 10 de enero de 2011.- El portavoz socialista de Medio Ambiente, Pedro Santín, ha denunciado que sólo cinco de las 24 estaciones de la Red de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento de Madrid (el 21%) midieron en 2010 la contaminación por partículas PM2,5, uno de los contaminantes más peligrosos para la salud de los que existen en el aire de la capital y que está producido por los motores diesel de los vehículos. Así se deduce de un estudio publicado por médicos y científicos de diferentes hospitales españoles que alerta de la peligrosidad de los altos índices de este contaminante existentes en Madrid. Estos altos índices contribuirían, según este estudio, a un aumento de los casos de cardiopatías y enfermedades cerebrovasculares.
En el año 2010, la Red Municipal de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica sólo midió la concentración de partículas PM2,5 en cinco estaciones: Escuelas Aguirre, Cuatro Caminos, Casa de Campo, Méndez Alvaro y Castellana. Sin embargo, este contaminante no se midió en las 19 estaciones restantes, entre las que se encuentran las situadas en lugares de alta concentración de tráfico como La Plaza del Carmen, Plaza de España, Avenida de Ramón y Cajal, Plaza de Castilla o la Plaza de Fernández Ladreda, donde, por tanto, no se conocen los datos de partículas de PM2,5 del año pasado.
Pedro Santín denuncia que “las cinco estaciones en que se midieron en 2010 las concentraciones de PM2,5 registraron niveles máximos en media anual por encima de los 10 microgramos/m3 que recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud), lo que indica que el aire de Madrid tiene actualmente unos niveles de partículas muy por encima de lo recomendado por esta Organización y que son muy peligrosos para la salud de los madrileños”. Así, la estación de Escuelas Aguirre registró 18 microgramos/m3; Cuatro Caminos, 17 microgramos; Casa de Campo, 11; Méndez Alvaro, 15; y Castellana, 11.
Asimismo, el año pasado el Ayuntamiento de Madrid sólo midió las concentraciones de partículas PM10 en 11 de las 24 estaciones de la Red de Vigilancia Municipal (es decir, en el 46% del total), y las mediciones se están haciendo en las estaciones con menos concentraciones de tráfico, como las situadas en El Pardo, el Parque de Juan Carlos I o el Ensanche de Vallecas, lo que para Santín significa que “el Ayuntamiento de Madrid no está informando de la contaminación real por partículas que actualmente existe en la capital, porque no está midiendo en todas las estaciones y en las que lo hace son precisamente aquellas donde menos tráfico hay, y, por lo tanto, donde hay menos contaminación”.
Para el responsable socialista de Medio Ambiente, “el Ayuntamiento ha ocultado desde 2010 la contaminación real por partículas en la ciudad para evitar tomar medidas para reducir estas concentraciones, lo cual es una auténtica irresponsabilidad y una burla para los ciudadanos, que tienen derecho a conocer cuál es la contaminación real existente en la ciudad”.
Pedro Santín ha pedido que el Ayuntamiento abandone la política del avestruz en materia de contaminación atmosférica y mida las concentraciones de partículas en todas y cada una de las 24 estaciones de control de la contaminación atmosférica. Asimismo, también ha pedido que haga públicos los datos en tiempo real, avisando a la población cuando los niveles alcancen valores por encima de los recomendados por la OMS.
Santín ha finalizado recordando que Madrid es una de las ciudades más contaminadas de Europa, “y esto es un lastre para la imagen de la ciudad”. Por ello, ha pedido la puesta en marcha de un Plan de Saneamiento Atmosférico de la capital que reduzca en un 30% los actuales niveles de contaminación por partículas, lo que podría evitar alrededor de 500 muertes al año en la ciudad por causas derivadas directa o indirectamente por la pésima calidad del aire en la ciudad.